Nutrición y deporte. El ejercicio y la respuesta inflamatoria.

Con el ejercicio físico se inicia una cascada de eventos inflamatorios, que repercuten en la salud. Durante y después del ejercicio agudo en el músculo esquelético, las interacciones entre las células inmunitarias, las citocinas y otros componentes intracelulares crean un medio inflamatorio responsable de la recuperación y adaptación inmediatamente después de una sesión de ejercicio. En la circulación sistémica, las citocinas liberadas por el músculo median los procesos metabólicos e inflamatorios.

La respuesta proinflamatoria inducida por el ejercicio y el posterior reclutamiento de células inmunitarias son necesarios para los procesos de reparación y adaptación dentro del músculo esquelético al ejercicio, pero es muy importante favorecer los procesos de reparación-recuperación.

Una correcta nutrición deportiva tiene un impacto directo sobre la inflamación de nuestro cuerpo. Los ácidos grasos, las vitaminas y las proteínas, así como los elementos trazas, han demostrado ejercer un efecto modulador en la inflamación, y en la práctica de ejercicios juegan un rol fundamental ya que, al establecerse un estado de inflamación con el ejercicio, los suplementos deportivos incrementan la posibilidad de recuperarnos y cuidar mejor nuestro sistema musculo-esquelético, ya que una recuperación incompleta, puede provocar un daño que pudiera ser irreversible.

Por citar un ejemplo, el balance negativo de nitrógeno puede contribuir a una enfermedad o lesión crítica, producto de la inflamación. Por lo tanto, puede ser necesario un aumento en la ingesta de proteínas en relación con las estimaciones de requisitos estándar de individuos sanos para promover la síntesis de proteínas, la modulación de la función inmune y el estado redox durante una respuesta inflamatoria.

Un ejemplo más concreto es el consumo de proteínas ricas en aminoácidos ricos en cisteína, ya que con el ejercicio se incrementa el consumo de este aminoácido en nuestro cuerpo y éste es un precursor de la síntesis de glutatión, la taurina y el sulfuro de hidrógeno. En un estado posterior al ejercicio, en nuestro cuerpo se incrementan las concentraciones de especies reactivas de oxígeno con alto poder de deterioro y el glutatión juega un papel importante en amortiguar dichos efectos y por tanto ejercer un efecto antioxidante de nuestras células y actuar como protector de nuestros tejidos, tal es el caso de las articulaciones los cuales reciben altas cargas durante la actividad física donde viene siendo muy importante minimizar los procesos de degradación e incrementar los procesos de reparación.